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martes, 22 de marzo de 2016

Que es el scrapbooking

Este mes, Up&Scrap nos propone el reto de explicar que es el scrapbooking para nosotras. Y lo que en un principio me parecía muy fácil, se me fue complicando.

Hace ya algún tiempo (2009), hice una página que reflejaba lo que para mí suponía el scrap. Es una página que, a pesar del tiempo que ha pasado, me encanta. Me trae muchos recuerdos y me hace sonreír. Pero, es curioso, al planteármelo ahora, no reflejaría lo mismo.  Desde que la peque llego a casa, apenas hago “scrap social”(aunque cuando lo hago, me lo sigo pasando genial).




Tras perder a mi madre, estuve mucho tiempo sin apenar sentarme a hacer scrap. Me traía demasiados recuerdos, veía  los papeles y hasta me acordaba de cuando los habíamos comprado. Pero, poco a poco, volví a abrir los albums, a mirar aquellas páginas que habíamos hecho juntas y descubrí una que ni recordaba (no era raro, a veces hacíamos producción masiva;). Era una página que mi madre le dedicó a mi padre. Solo quien la conocía sabía que no era muy de exteriorizar sus sentimientos. Y esta es una de las páginas, de todas las que hizo, que más me gusta. Se que no es la más bonita, pero es preciosa para mí.


¿Por qué he incluido estas páginas? Porque esto es lo que es el scrapbooking ahora.  Sigue siendo utilizar una material que me encanta, sigue siendo hacer scrap acompañada de las personas a las que quiero. Pero, el scrap se  ha convertido en mi manera de documentar nuestras historias. Porque se que no solo recordamos por nosotros mismos, sino que también recordamos lo que nos cuentan, y no siempre estaremos aquí para eso. Quiero ir guardando como un tesoro esas vivencias, crear recuerdos que nos enseñan como somos y lo que sentimos ahora. Me gusta pensar que al mirarlos dentro de unos años me sorprenderé de lo que pensaba y sentía. Y quizás también mi hija pueda entender cosas que ahora no puedo explicarle.

Siempre me ha gustado escribir, pero en muchas páginas no contaba la historia porque no quedaba bien, porque me daba vergüenza, porque no me gustaba mi letra.  Ahora, eso me da igual. He aprendido que, cuando mi familia mira los minis, no se fija en eso, les gusta leer las historias, recordar los momentos y sentirse queridos al leer lo que he escrito. Es como un regalo hacia mí y hacia a ellos. Ahora siempre hay un escrito, aunque sea por detrás de la página.


Por ello, lo que mejor refleja esta manera mía de entender el scrap es un mini que empecé este verano y que el reto me ha servido para darle el empujoncito final y acabarlo. Decidí llevarme solo una colección de papeles, vamos material básico y la canon selphy para ir sacando las fotos que me apeteciera.Cogí un libro de los que rondaban por el trastero. Y, la mayoría de los días, mientras el Mister hacía la siesta, nos sentábamos mi tía, la peque y yo e íbamos haciendo. Es casi como un diario abierto con muchas fotos y muchas historias.






En él, se refleja todo nuestro verano: las excursiones, las tradiciones, los avances, las pérdidas. Esta hecho con muy poco material, pero está lleno de sentimientos. No pondré todas las páginas, pero si algunas de las que reflejan esta forma de dejar constancia de nuestras aventuras.
          
Hay cosas que se repiten cada año.       
Una de nuestras tradiciones es salir por la noche a la terraza a mirar las estrellas, sobre todo la lluvia de estrellas de San Lorenzo. Este año fue espectacular y aunque hacía un frío increíble, disfrutamos como enanas.Otra es la reunión de los primos de mi padre. Desde hace 11 años, nos reunimos el 15 de agosto.

Pero, también hay momentos en familia, en la terraza haciendo guerra de agua, o en la playa jugando con la arena.Recuerdos para quien nos dejo el corazón muy triste, o para aquel Ratoncito Pérez que apareció por casa por última vez.

Se que quizás, para quien solo lo mire como un álbum, no sea el más bonito, pero se que para mi familia sí lo es, porque en él hay una parte de nosotros. Eso es el scrapbook. Una parte de mí.

El mirador de Eryel

Una de nuestras excursiones favoritas en verano es ir a caminar por la estación transfronteriza de Somport. Es un paseo super agradable, a la sombra de árboles enormes y con la particularidad de que hay chordones, fresitas y arándanos a pie de camino.

Recuerdo haber hecho esta excursión toda la vida con mi familia y amigos, porque cuando llegas arriba, las vistas son increibles. Te sientes tan pequeña!. Este año ya no se podía coger nada, aunque aún pudimos disfrutar de algunas fresitas.
Pero, lo más impresionante fue poder ver a un zorrito que nos miraba muy quieto y sorprendido. Fue un momento mágico allí, en medio del bosque, con una luz preciosa. Por supuesto, no pude hacer foto, pero sí nos queda el recuerdo.











Y, aunque no suelo hacer muchas páginas dobles, tenía tantas fotos que quería poner, que me ha venido genial intentar seguir el reto de Cocoloko. Ha quedado muy clean and simple, pero en realidad, lo más importante (las fotos y la historia) es lo que resalta. 
A este paso, consigo ponerme al día con el album del verano antes de que llegue el siguiente.

miércoles, 16 de marzo de 2016

Titiriteando en Abizanda


Nuestra relación con losTitiriteros de Binéfar viene de lejos. La primera función que vimos con Leyre fue el Retablo de Navidad en Jaca. Recuerdo que, a la salida, se emocionaba al poder tocar los títeres, hablar con los “artistas”. Y estas últimas Navidades, un percance hizo que nos tuviéramos que quedar unos días más en Zaragoza. Eso nos permitió poder disfrutar de casi todo su repertorio en el Teatro del Mercado. Salir del teatro todo el aforo para despedir a unos títeres que salen volando en globo es un momento difícil de olvidar.
  
Y es que el amor de estos “titiriteros” por su oficio y por su público es inmenso,  siempre cercanos, con una sonrisa, dispuestos a compartir una conversación, a hacerte disfrutar. El cariño con el que acogen a cada niño y a cada mayor que se acerca a ellos te transmite tanta ternura.

Así que, en verano, decidimos que ya era hora de ir a conocer “su casa”, La Casa de los Títeres en Abizanda, un pequeño pueblo en la Comarca del Sobrarbe.


Allí han convertido unas antiguas casas en un mundo de ilusión, en el que pareces retroceder a esa época en la que podías bajar a jugar a la calle. Todo lo que le rodea es divertido. Fuimos con tiempo a pasar la tarde. En la entrada encontramos un montón de títeres para poder practicar, antiguos juegos con los que lo pasamos pipa toda la familia y disfrutamos del paisaje.

Y es que allí, todo se puede tocar y, además, es gratis.. Dentro del Museo, encontramos títeres de todas las partes del mundo que han ido recopilando. Desde las más sencillas hechas con cocos hasta tesoros de porcelana. También suponen un recorrido por la historia, porque, como nos explico Paco, las marionetas se han utilizado muchas veces para expresar lo que de otra manera no se podía.

Y casi, sin darnos cuenta, pasaron las horas, y llego el momento de la función.  Por el pueblo, se empezó a oír el sonido de una campana: “Tilín, tilón, esta es la primera llamada”. Y acompañada de una acordeón, Pilar comenzó  a recitar un texto precioso. El silencio se hizo y nos dejamos envolver por los sonidos de la naturaleza y su dulce voz. Antes de entrar, frotaos las manos, abrid el corazón, despertad la sonrisa, disponeos a ver con la mirada amable de contemplar fábulas, pues la comedia está a punto de ser sembrada". En su precioso teatro, en el que los niños se sientan delante, no solo los Titiriteros representan sus funciones, también invitan a otras compañías que comparten su mismo espíritu. 

Nosotros tuvimos la suerte de gozar con Teresa Larraga y su obra “Palabras en los bolsillos”. A veces, parece que hay señales, y esta fue una de ellas. La obra habla de la importancia de las palabras en nuestra relación con el entorno y con la expresión de sentimientos.  A Leyre le encanta un escenario y tuvo la suerte de que la eligieran para participar. Lo hizo fenomenal (que voy a decir yo) y después, le regalaron un CD como “pago de artista”, que guarda como un tesoro.
Esta obra nos marcó todo el verano. Nos construimos unas cajitas en las que cada uno tenía sus palabras, que regalaba a los amigos y vecinos. Nos permitió hablar de muchas cosas y tatareamos como un mantra “Pa la laaa braaaaaas”.

A la salida del teatro, todos nos reunimos en la era de detrás de la casa, donde hay libros, juegos, cabezudos, donde se puede jugar, cantar, hablar con los titiriteros, sentarte a la fresca a disfrutar del barranco. Y donde no hay prisas, solo alegría. Nos encantaron unas marionetas totalmente abstractas, hechas con ramas cuya forma te permite ver a Pinocho o a Caperucita Roja. Y llego el momento de la despedida. 

Y como la magia no podía acabar aquí, cuando íbamos hacía el coche, conocimos a una pareja que había estado viendo la función y que nos enseñaron sus animales: un águila real y una lechuza preciosos. Los pudimos acariciar, aprendimos sobre sus costumbres y alimentación, los hicimos volar. No podía haber mejor final para un día tan especial.

Seguro que volveremos!!

viernes, 6 de febrero de 2015

Project Life Enero 2015

Enero ha sido


Disfrutar: Esta ha sido la palabra elegida para nosotros como familia. Disfrutar de cada pequeño momento (no siempre es necesario grandes cosas para pasarlo bien y, a veces, lo olvidamos). Decidir pasar las vacaciones en Jaca hizo, de estos días, momentos muy especiales. Siempre juntos de excursión a la Garcipollera, San Juan de la Peña, Rioseta, Puente san Miguel.  Pasear, hacer guerras de hojas, jugar con la nieve. Recoger tesoros de la naturaleza y luego, guardarlos en los cuadros de recuerdo. No hubo momentos para enfados, ni prisas. Solo nosotros tres y nuestras nuevas tradiciones.


Aprender: Es mi One Little Word de este año. Aprender a aceptar los cambios, a dejarme llevar por lo que venga, a cuidarme y quererme un poquito, a organizarme mejor para aprovechar más el tiempo. Hay tantas cosas por aprender cada día.
Este mes he tenido como maestra a Dora. Cada vez que salíamos a pasear, en vez de pensar cual sería el recorrido, dejábamos que la curiosidad nos llevara. Sin plantearme el tiempo, ni si merecería la pena. Así he conocido rincones preciosos de Montjuic: el Jardín Botánico clásico, el de aclimatación, el Jardín de cactus, la playa en invierno, el atardecer en el Castillo, el salón de la Plaza Europa.
Y, es que aunque Dora solo lleva tres meses en nuestra vida, ha cambiado muchas cosas. 


Familiar: Los fines de semana son para la familia. Han vuelto los picnic de los viernes (solos tú y yo), los sábados de partido, de paseos para aprovechar el solecillo, de lavandería (porque Dora decide hacer pipi donde no debe), de compra semanal. Los domingos tranquilos, desayunando lento, aprovechado los ratos para hacer cosas juntos y, también, separados. Para reunirse con la familia, para conocer a nuevos amigos y, sobre todo, para cuidarnos. 


Sostener: La peque está en un proceso de cambios que ni ella misma se entiende. Y, a veces, siento que no la puedo ayudar, más que estando a su lado, sosteniéndola, escuchando sus anhelos, sus problemas infantiles que, para ella, son tan importantes. Hemos pasado de las grandes risas de principios de mes a las más tremendas rabietas al final. Además, echa mucho de menos a la yaya, inconsolablemente, desde lo más profundo y sincero. Le cuesta tanto entender que no la pueda volver a ver mientras se agarra a la cinta de la Virgen del Pilar que le regalo.
Pero, también hemos vuelto a las rutinas escolares, a los partidos de basket de los fines de semana (casi, casi ganan). A los juegos con los regalos de Reyes de este y del año pasado: científica, detective, espía. Aún dice “yo sí creo en la Navidad” y a mí algo se me derrite por dentro. Y ha vuelto a disfrutar de un encuentro blogger en Festial, que le dejo alucinada.


 Ha sido esto y mucho más, entre nosotros dos, con lo que nos rodea, para mí misma, para la peque.

Este mes he decidido hacer todo el mes en bloque y las páginas recogen lo que ha sido para nuestra familia. De esta forma, 

  • He podido agrupar las fotos de las excursiones . 
  • Incluir mi palabra elegida para este año y como la he interpretado este mes. 
  • El tiempo vivido en familia y lo que ha vívido la peque, que incluyen fotos de todo el mes.
  • Y lo que no me encajaba en los anteriores, con tarjetas hechas con cartulina y sellos relativos a lo que incluyen: las recetas que hemos probado y más nos han gustado, anecdotas de la vuelta al cole, cosas relativas a nuestra pareja, la vuelta a la escritura, lo que menos me ha gustado, y un pupurri de cosillas del mes.
  • Y la capsula del tiempo que cada año hace la peque y que es divertido ver como hay cosas que cambian y otras permanecen (como los huevos fritos).
Con esta interpretación participo en el reto de YOY Scrap que, este año, le han dado una vuelta más y nos dan más ideas y tiempo para participar. Y, aunque no lo pretendía, también cumplo lo de incluir los propósitos para este año. Veremos sí consigo mantenerlos.

Ahora que lo pienso tenía que haber incluido el de acabar el Project Life este año. ¿Tú crees que lo conseguiré?

viernes, 9 de enero de 2015

One photo and twenty words


Logros de esta semana: disfrutar, estar juntos, encontrar nieve, estar en contacto con la naturaleza, reír, descansar. Ser felices.

Awards this week: enjoy, being together, find snow, be in touch with the nature , laugh, relax. Be happy.

Encuentra una foto y escribe 20 palabras sobre ella. Esa es la propuesta de Abi, y este año vuelvo a unirme.

Find a photo and write 20 words about it. That is the proposal of Abi and this year, I join again this year.

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